Hasta el año que viene...

Hoy es 26 de noviembre y toda la vorágine santaceciliesca ha quedado atrás. Es el momento de hacer balance, de pensar en lo que hemos pasado y empezar a darnos cuenta de lo que significa con perspectiva. Como resumen, sólo decir que el sábado 16 vivimos una experiencia muy emocionante con la entrada de los nuevos educandos, que los días 20, 21 y 22 celebramos un ciclo de conciertos de música de cámara a cargo de los propios músicos de la Banda, que el día 22 tras el ensayo cenamos todos juntos, que el día 23 celebramos el concierto tradicional en honor a Santa Cecilia, que después de eso nos fuimos de cena todos juntos (con proyecciones de vídeos y fotos, con entrega de premios a los chicos y flores a las chicas…) y luego a la discoteca, que el día 24 desayunamos en casa de la Dama de la Música 2013, Sarabel Chicote, para luego celebrar la misa y la procesión, y que comimos todos juntos (aunque a más de uno se le alargó la comida hasta la noche).

De los educandos ya hablé en una entrada anterior, emoción pura y dura. Del ciclo de conciertos quiero decir que empezó como un pequeño experimento nuevo este año, pero que la maravillosa respuesta por parte de los intérpretes y del público en general nos ha dado muchos ánimos para intentar repetir el año que viene.

Y el concierto del día 23… Qué decir del concierto. Espectacular. Un auditorio masificado, sin butacas libres, muchísima gente llenando los pasillos que aguantó estoicamente todo el acto de pie, autoridades municipales, regionales y provinciales poniendo la nota institucional, un presentador de diez… Y música. Buena música. Como siempre.

Hubo dos presentaciones oficiales en ese concierto. Por un lado, la primera fase del acondicionamiento acústico del Auditorio, y por otro, la nueva bandera de la Banda de la Asociación. En realidad, las nuevas banderas, pues también se presentó la bandera de la Banda Juvenil, que desde hace poco se encuentra al cargo de la Asociación y no de la Escuela Municipal.

Fin de semana en hermandad que ha empezado, transcurrido y finalizado de la mejor manera posible. Cuánto nos queda todavía por delante de disfrutar y cuánto camino por recorrer. No puedo decir que esto no ha hecho más que empezar, porque sería faltar a la verdad, pero sí que aún falta muchísimo para vislumbrar el final.

Hoy el agradecimiento del final es más especial que nunca: GRACIAS por estar siempre ahí, por llenar el auditorio a cada ocasión y por vuestro apoyo incondicional. Gracias por formar parte de esta FAMILIA.